![]() Hace algunas semanas publicamos uno de nuestros artículos originales (léalo aquí) en que que tratamos dolores de rodillas. En él hicimos énfasis en que no hay una sola causa de dolores de rodillas, así como que tampoco hay una sola cura para estos, una pastilla mágica que nos haga olvidar que algún día tuvimos dolor de rodillas. Expusimos que hay que cambiar la mentalidad para tratar este tipo de problemas, y que antes de inyectarnos o tomar fármacos, las más modernas técnicas de la ciencia deportiva nos llevan a analizar (la biomecánica del corredor) para encontrar la causa de la lesión y así corregir esta. Hemos tratado en otros artículos como el dolor no debe ser “tratado” como una enfermedad que hay que erradicar, sino como una señal de que hay un problema biomecánico creando mayor tensión en algún tejido, y que es necesario encontrar la causa de ese problema, sin estar tomando drogas o fármacos que solo duermen del dolor pero no regeneran tejido. Enumeramos en nuestro artículo anterior dos de las causas más comunes de los dolores de rodilla: la sobrecarga y las deficiencias biomecánicas. La sobrecarga será algo muy subjetivo, pues para todos es diferente. Podría decirse que sobrecargar un tejido es someterlo a cargas para las que no está preparado a soportar, y consiste en un aumento en distancia, tiempo o intensidad, que combinados con una deficiencia biomecánica crean mayor tensión esa mayor tensión en los tejidos. Pero las causas biomecánicas son las que a nosotros nos interesan en este artículo. El objetivo de esta serie de artículos no es enumerar las diferentes lesiones de rodilla, hacer un artículo sobre biología, y las diferentes partes de la rodilla, sino dar ejemplos de como la mayoría de lesiones proviene de deficiencias biomecánicas, en su mayoría provocadas por la adaptación de nuestro cuerpo al estilo de vida. El impacto y las deficiencias biomecánicas. La primera causa de lesiones de rodilla a la que nos referiremos es la combinación de impacto deficiencias biomecánicas. El impacto no es en sí una causa de lesión de rodilla, pues las rodillas están diseñadas para resistir el impacto repetitivo de correr, por lo que no se puede decir que una lesión de este tipo proviene del impacto provocado por correr. El problema es que el estilo de vida de una persona los tejidos del cuerpo se adaptan, creando deficiencias biomecánicas que modificarán la forma en la que esta persona puede correr. Esa forma "modificada" de correr si pueden crear una incapacidad del cuerpo de amortiguar correctamente el impacto que resulta de correr, y en ese caso si puede el impacto crear lesiones. Una persona que normalmente pasa varias horas al día sentado provocará que los músculos de sus caderas se adapten o modifiquen, lo cual resultará en una forma de correr alterada. Esto porque al adaptarse provocan deficiencias biomecánica alterarán su capacidad de correr en la misma forma que lo hace una persona en la que los tejidos de las caderas no han sufrido esa adaptación. Si sus músculos de las caderas se adaptan en la forma que normalmente lo hacen, la persona que trabaja o permanece mucho tiempo sentado correrá en una forma que sus rodillas no podrán amortiguar el impacto de manera efectiva, se creará mayor de tensión y carga en los tejidos de la rodilla de la que estos pueden soportar, resultando en lesiones. ![]() La lesión más común que resulta de la combinación del impacto y deficiencias biomecánicas es la “tendinitis rotuliana” o rodilla de saltador. Se le llama tendinitis aunque es más una tendinopatía, es decir que es un daño degenerativo, no una inflamación. Y resulta de la carga excesiva que sufre el tendón rotuliano, por excesivo ángulo de extensión en la que se encuentra la rodilla cuando el pie hace contacto con el suelo. Suele presentarse como un dolor en el tendón rotuliano, que se ubica justo debajo de la rótula. Esta lesión resulta entonces de la incapacidad del corredor de amortiguar adecuadamente el impacto, ya que sus músculos de la cadera se han adaptado. Se crea entonces una deficiencia biomecánica que provoca que: ![]()
![]() LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA: conocer la causa. Para evitar estas molestias es necesario modificar la forma de correr, pero no de manera consciente, es decir no solo tratando de correr de cierta forma que se estima “correcta”. Cualquier cambio consciente y forzado de la forma de correr solo provocará mayor fatiga y un nuevo riesgo de lesión. El cambio en la forma de correr debe hacerse de manera inteligente o natural, es decir provocarlo mediante el acondicionamiento físico adecuado. Para esto es necesario encontrar, como primer paso, cuales son los músculos que se encuentran tensos, acortados o débiles, y que pueden estar causando esa deficiencia biomecánica que junto con el impacto constituyen la causa la lesión. La forma idónea de encontrar estas deficiencias es mediante un análisis biomecánico (para más información sobre el análisis biomecánico haga click aquí). Es muy común que cuando un corredor sufre de esta lesión, recurra a una terapia en la que se aplica ultrasonido, impulso eléctrico, láser, y esto se combine con reposo. Estos métodos podrán tener éxito en reducir el dolor, pues el cuerpo podrá en cierta forma iniciar el proceso de cicatrización y curación. Pero al regresar a correr y aumentar la carga ésta lesión regresará, pues no se encontró la causa real de la lesión y no se hizo un trabajo de fortalecimiento para corregir esa causa. Mientras la verdadera causa del dolor persista, el corredor siempre estará propenso a volver a lesionarse. Muchos corredores recurren a tomar fármacos para el dolor o antiinflamatorios y hasta a inyectarse la rodilla. Ninguno de estos métodos es adecuado, por no ser una inflamación esta lesión no responderá a tomar antiinflamatorios, además de que estos solo podrán crear problemas más serios, y los riesgos de inyectarse las rodillas son muy altos. Además de que ninguno de ellos corrige la causa de la lesión. El pie solo es la consecuencia, no es la causa. Es de notar que el taloneo que se describió anteriormente es solo el resultado de la mecánica de las caderas y piernas, donde el pie es solo el final de la cadena. Cuando la mecánica de la cadera resulta alterada en la forma mencionada (inicio de la cadena), el pie (final de la cadena) caerá de talón porque es lo único que puede hacer, por el largo de la zancada y la inclinación de la tibia. Aún así, muchos recomiendan cambiar la forma en la que el pie hace contacto con el suelo, ya que supuestamente este debería de caer de ante pie, y de esa manera se amortigua mejor el impacto y puede ayudar a disminuir el golpe en las rodillas. Esto es falso. No se puede cambiar el final de la cadena sin re configurar el inicio. Muchos recomiendan simplemente “tratar” de caer de ante pie, y no toman en cuenta que un corredor no corre como quiere sino que corre como su cuerpo SE LO PERMITE, según el estado de sus tejidos. Forzar al cuerpo a hacer que el pie caiga de ante pie implica alterar la mecánica natural del cuerpo, y esto por lo regular provocará mayor fatiga y pondrá mayor tensión en otros tejidos, a los que puede llegar a lesionar. Especialmente se pondrá mayor tensión en tendón de aquiles y músculos de la pantorrilla (triceps surae). Aquellos corredores a quienes hemos analizado y que han tratado de cambiar a una caída de punta o ante pie, por lo general, padecen de problemas de en esos tejidos. El solo tratar de cambiar la forma en la que el pie hace contacto con el suelo al correr no logrará nunca cambiar la verdadera causa del dolor de rodilla. ![]() Puede el calzado reducir el impacto de las rodillas? Una de las concepciones más equivocada es que el calzado de correr con bastante colchón puede llegar a reducir el impacto que reciben las rodillas al correr. Pero la realidad es que un zapato con mucho colchón, especialmente en la parte del talón, provocarán mayor impacto en las rodillas. Como dijimos anteriormente, el pie es solo el final de la cadena, una mecánica deficiente de las caderas (inicio de la cadena) solo provocará que el pie funcione como un péndulo y mientras más peso se pone en el pie y más alto sea el drop del calzado, más larga será la zancada y más extendida se encontrará la rodilla al hacer contacto con el suelo. A mayor extensión de la rodilla durante el contacto del pie con el suelo, mayor impacto recibirá la rodilla. Esto resulta difícil de creer, pero es una realidad que nosotros comprobamos a menudo con cada análisis que realizamos. Resulta contradictorio entonces que cuando compramos zapatos para correr distancias largas se nos recomienden zapatos más pesados, con mayor drop y más masa debajo del talón, cuando sabemos que a mayor colchón mayor impacto en las rodillas. Ahora, que pasa si combinamos más impacto en las rodillas y mayor distancia y tiempo de correr??? La respuesta es muy obvia: mayor riesgo de lesiones. Si quiere leer más información sobre el efecto del calzado puede leer este artículo. Deben entonces todos los corredores utilizar un calzado más liviano, con menor drop, y con menos colchón? El objetivo último podría ser ese, pero la realidad es que posiblemente el cuerpo del corredor no esté preparado. Uno de los objetivos de un análisis biomecánico como el que hacemos en Cool Running es hacer una recomendación avanzada del calzado. Procedemos a recomendar calzado según toda la información que podemos recabar con el análisis. Tomamos en cuenta las deficiencias biomecánicas que puedan alterar la zancada del corredor, las lesiones existentes, el efecto deseado de un calzado para cada corredor. Si bien es cierto un calzado más liviano, de horma natural o de menor drop puede ser beneficioso para el corredor, tanto desde el punto biomecánico como para mejorar el rendimiento, hay que tener cuidado que no vaya a combinarse con otra deficiencia biomecánica que pueda causar algún otro problema. En muchos corredores hemos encontrado que la movilidad de los tobillos se encuentra limitada por alguna tensión o debilidad muscular, especialmente en la pantorrilla. Estos corredores podrán sufrir diferentes molestias si reducen el drop de su calzado. Por eso una recomendación de calzado debe ser integral, y tomar en cuenta todos los aspectos físicos del corredor. Más adelante estaremos hablando sobre otras lesiones de rodillas, sus causas, y los riesgos que cada lesión puede significar. CONTINUARÁ...
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